Siempre me he preguntado cuánto tiempo tarda una pareja de recién casados en enfrentar su primera crisis matrimonial. Llevo casado ya más de 10 años y por mi experiencia y por observación he llegado a una conclusión. La primera crisis sucede cuando tanto él como ella deciden vivir la misma vida de solteros pero con acompañados.
El matrimonio no es una persona acompañando a otra con licencia moral para tener relaciones sexuales. El matrimonio es una persona viviendo para la otra.
Hay un pensamiento predominante en nuestra sociedad y es el de respetar y conservar los «espacios personales». Este pensamiento es opuesto al plan de Dios para el matrimonio. Dios nos dice que los esposos pasan a «fusionar» sus espíritus, almas y cuerpos, es decir, todo, no quedando ningún espacio reservado o privado que no llegue a formar parte de la unidad matrimonial.
El primer paso para superar la crisis matrimonial es analizar de manera personal qué aspectos o «espacios» tengo bajo candado y que no he estado dispuesto a ofrecer a mi cónyuge. El segundo paso es comunicar el resultado de este análisis, de tal forma que se aclaren muchas cosas equivocadamente sobrentendidas por nuestro cónyuge y luego aplicar un plan de cara al futuro para cambiar la situación.
No vale la pena buscar quien tiene la razón, lo único que vale la pena en el matrimonio es mantener la relación.