El amor del Padre

Tengo dos hijos, Los amo y recibo su amor todos los días.  Cuando los veo comprendo el amor de Dios hacia mí.  Te digo con toda honestidad, haría cualquier cosa porque mis hijos vivan tranquilos y tengan siempre todo lo que necesitan.

Soy Padre y creo que cualquier padre normalmente sentiría y afirmaría lo mismo.  Te digo algo más, Dios también es padre.

Mira lo que dice Dios sobre nuestra paternidad y la suya:

Mateo 7.9-11:

¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente?

Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?

De manera muy clara Dios dice que a pesar de nuestras deficiencias humanas (maldad) naturalmente nos esforzamos en cuidar y proveer para nuestros hijos.  Pero más allá y por encima está su perfecta paternidad.   Dios, sin errores en su haber; y sabiéndose dueño de todas las cosas, asegura que puede darnos cosas buenas si le pedimos.

¿Qué le has pedido a Dios? ¿Le has pedido algo bueno? ¿Le has pedido algo trascendental? ¿Le has pedido los recursos para ser o hacer algo que marque una diferencia positiva en las personas que amas?

Punto de acción:

Haz una lista de cosas que realmente sean buenas.  Luego asígnales un número de acuerdo a su importancia y prioridad.  Pídeselas a Dios.  Comunícate con las personas que amas y anímales a hacer lo mismo, intercambia listas, oren juntos, oren unos por otros, aprendamos a pedir a papá.