Claridad para vivir

En un mundo tan confuso, donde los valores parecen ser tan relativos, donde las normas son tan cambiantes y donde las libertades sobrepasan los compromisos y obligaciones, necesitamos Sabiduría para conducirnos de manera correcta.

Proverbios 2.6:

Porque el SEÑOR da sabiduría, de su boca vienen el conocimiento y la inteligencia.

Dios es la fuente de Sabiduría.  Todo lo que Él dice es sensato y significativo.  Acercarnos a Dios nos da claridad para vivir.  Él nos enseña y nos capacita.  Sus enseñanzas nos enseñan a diferenciar la verdad de la mentira, lo bueno de lo malo, lo relevante de lo intrascendente, lo correcto de lo erróneo, lo valioso de lo fútil.  Pero aún más, Dios nos capacita a escoger lo mejor siempre.  Esto es Sabiduría, no solo saber diferenciar sino sobretodo, poder escoger lo que es objetivamente mejor siempre.

Confucio dijo que una persona puede alcanzar la sabiduría merced a una de estas tres formas:  la reflexión (la más noble pero a la vez la más trabajosa),  la imitación (la más sencilla pero a la vez demasiado mecánica) o la experiencia (la más lenta y dolorosa).

Podemos escoger el camino de la experiencia pero es mejor el camino de la Reflexión.  Dios nos llama a meditar, reflexionar en su Palabra, a aprender los principios y patrones que nos harán escoger siempre lo mejor.  No olvidemos que de las decisiones que tomemos hoy dependerán nuestros resultados mañana.  No vivamos a tientas, busquemos la claridad que la Sabiduría nos da para vivir.