Nuestra vida es del color del objeto de nuestra confianza. Andamos muchas veces tras el rastro de cosas o personas que nos llevan por caminos sinuosos o trochas en lugar de carreteras asfaltadas. Quizás esta sea la razón por la cual avanzamos tan lento en la vida y en algunas ocasiones nos sentimos tan cansados y agobiados.
Mira lo que dice Dios:
Proverbios 3:5: Fíate del Señor de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas.
Poner nuestra confianza en Dios nos garantiza caminos llanos. Mira, es inevitable encontrar dificultades y obstáculos en nuestro recorrido, pero al tener presente al Señor en nosotros, Él personalmente se encarga de limpiar y afirmar nuestro camino. Imagínate vivir sin sobresaltos y sin frustraciones.
Poner nuestra confianza en el Señor es una decisión y una acción exclusiva y excluyente. Mucha gente piensa que puede confiar en el Señor alternada y alternativamente y esto es un error. Dios quiere ser el Señor en «todos nuestros caminos», en todas las esferas de nuestra vida, en todo momento y sobre cualquier otra cosa o persona. Él quiere, y pienso que merece, «Exclusividad».
Lamentablemente la mayoría de las personas no deposita su confianza únicamente en el Señor. ¿Qué clase de persona eres tú?
Punto de Acción:
Haz una lista de las cosas y personas en las cuales depositas tu confianza. Ahora pregúntate a tí mismo si te es posible tomar la decisión de dejar de depender y mover tu vida por estas cosas y confiar sólo en el Señor. Te animo a confiar en el Señor, verás como tu vida se aligera y todo comienza a tomar sentido y a ponerse en orden.