En nuestra sociedad contemporánea solemos tratar bien a quienes nos tratan bien, dar cariño a quienes hacen lo propio con nosotros y hacer lo opuesto con quienes nos tratan mal. Esto es un comportamiento normal pero que a efectos de profundizar en el significado profundo y verdadero del amor no tiene ningún mérito.
Mira lo que dijo Jesús al respecto:
Mateo 5:43-45
43 «Esta es otra orden que dio Moisés hace muchísimo tiempo: «Amen a su prójimo y odien a su enemigo»
44 Pero ahora yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los maltratan.
45 Así demostrarán que actúan como su Padre Dios que está en el cielo. Él hace que salga el sol sobre los buenos y sobre los malos. Él manda la lluvia para el bien de los que lo obedecen y de los que no lo obedecen.
Hay muchas ideas retóricas sobre el amor pero lo cierto es que el amor es 100% práctico. En ese sentido, el mejor ejemplo de amor lo dio Jesús al sacrificarse por nosotros, él hizo ese sacrificio porque lo necesitábamos no porque lo merecíamos.
Amar de verdad es entonces amar tal como lo hizo (y hace) Jesús. Debemos amar a quien lo necesita y no sólo a quien consideramos que lo merece. Esto nos lleva al reto de amar incluso a quienes nos han hecho daño o consideramos como antagonistas o indeseables.
En este día de la amistad (y todos los días) recordemos que el amor no es una recompensa sino un regalo y que ese regalo puede transformar la vida de muchos, incluso de aquellos que no nos demuestran amor. Lo cierto es que todos necesitamos amor y amistad.
Dios te bendiga,
Martín Torres