Muchas veces me sorprendo al escuchar el caso de personas que estuvieron en la cumbre del éxito y de pronto se cayeron y hoy «muerden el polvo». ¡Qué terrible! El caso más gráfico de esto, es el de este casi mítico personaje que cayó de su posición jerárquica y geográfica por lo mismo que hizo caer a todas las personas que mencioné al inicio, por la soberbia. El personaje al que me refiero es el diablo. El diablo no siempre lo fue, la soberbia lo condujo a ello. La soberbia nos hace descender tan bajo que en cierto punto subir se hace ya imposible.
Mira lo que dice Dios:
Proverbios 16.18
Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu.
El pre requisito para el fracaso como persona es la soberbia. Dios asegura que antes del fracaso viene la soberbia y la «altivez de espíritu». Hoy en día se disimula la soberbia con nuevas definiciones como «autoestima positiva» «amor propio» «imagen de negocios», cuando en el fondo los reales conceptos de estas definiciones tienen que ver con exaltar al individuo a cualquier costo, incluso atropellando a los demás, incluso a los que amas. La soberbia te hace perder la sencillez de la que hablamos ayer. La soberbia te vuelve insoportable e insufrible. ¿Eres soberbio? ¿Qué concepto tienes de ti? ¿Qué concepto tienes de los demás? ¿Cómo tratas a tus subordinados?
Punto de acción:
¿Has escrito alguna vez un curriculum ú hoja de vida? Hoy imagínate que necesitas encontrar un nuevo empleo y tienes que presentar uno. Lo interesante es que el jefe de personal es Dios y él es quien va a revisar y verificar el tuyo. Escribe el curriculum ú hoja de vida real que le presentarías a Dios, detalla en él quién eres de verdad. Si hay soberbia en tu vida confiésala y emprende el camino de regreso antes que sea demasiado tarde.