Cansancio útil

Hoy mudamos todas las cosas del antiguo local donde funcionaba nuestra iglesia al lugar de almacenaje y en el caso de las sillas, al nuevo local.  El día empezó muy temprano, la adrenalina de la mudanza motivó en mi interior un deseo intenso por leer Proverbios 26 y por tener cereal con yogurt como desayuno.  Luego junto con mi hermano y otros amigos fuimos trasladados en el auto de uno de ellos al local desde donde debíamos mudar todo.

Detalles resaltantes.

Lo lindo, el trabajo conjunto de Piero, Arturo, Smerling, Ismael, Luciano, Rubén, Fede, Germancito, Fidel y quien escribe.  Era la sensación de estar haciendo algo importante y significativo juntos.  Era conocer la tarea y completar juntos la misión.  No era una reunión social, pero nunca antes tuvimos tanta sociedad.  No era solo cargar cosas, era ser parte del cambio.  Éramos un equipo dónde todos ganamos la prezea de verdaderos jugadores de equipo.

Lo feo, la falta de seriedad del transportista que inicialmente se comprometió a hacer el traslado y que nunca llegó.  Nos dejó esperando más de una hora bajo sol y esta espera nos quitó el ritmo inicial y nos agregó al calor veraniego como un adversario que no habíamos calculado.  En lo personal, el efecto del sol me dejó medio aturdido y restó mis energías.  Gracias a Dios, Fede y Arturo contrataron un nuevo transporte y con ello todo salió bien.

Lo memorable, las lágrimas de Germancito al vernos partir, ¡Han sido 6 años! dijo refiriéndose al tiempo que pasamos en ese local dónde el trabaja cómo conserje, encargado de seguridad y personal de mantenimiento, ¡Han sido mi familia! dijo refiriéndose al tipo de relación que cultivamos durante este tiempo.  Esto me quebró y me hizo sentir de pronto esta extraña sensación de pérdida, de que algo dejamos, de que algo nunca podremos trasladar a otro local, de que algo de nosotros siempre se queda en otro lugar, algo que se vuelve patrimonio ajeno, a esto algunos le llaman dejar huella, para mí es simplemente dejar un pedacito de vida.

Conclusión.

Hoy nos hemos mudado, no sé si a algún lugar o a alguna experiencia nueva, lo que sé es que estamos unidos, aunque teniendo y manteniendo aquellas marcas que nos hacen diferentes, aunque con errores y desaciertos, pero unidos al fin, persiguiendo un mismo objetivo y estoy convencido que mientras sigamos así, lograremos cosa grandes.

Al escribir estas líneas estoy muy cansado físicamente hablando, he tenido otros momentos de agotamineto físico por supuesto, pero hoy particularmente me siento feliz de estar cansado, porque mi cansancio ha sido compartido por un equipo, porque mi cansancio es el resultado de una visión llena de esperanza, porque mi cansancio es útil.

El día no ha acabado, salgo ahora mismo para preparar lo necesario para mañana.

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